CIUDAD DE EL CARMEN
NACIMIENTO Y FORMACIÓN
No hay fecha precisa de la fundación del pueblo de Perico. Por ello, no comenzamos mencionando día, mes y año como se hace habitualmente, sino describendo lo sucedido. Los primeros agrupamientos se dan en las primeras épocas de la encomienda, y posiblemente estuvieran constituidos por gente española que estuvo al servicio del capitán Juan Rodríguez Salazar. Esto debe haber ocurrido después de la huida de los indios desde su lugar de asentamiento hacia otras partes de la hoy provincia de Jujuy. Los españoles que quedaron tienen que haber comenzado la vecindad, pero ésta se acrecentó por la llegada de gente del Alto Perú. No hay que olvidar que somos vecinos de los hoy hermanos bolivianos, que posiblemente viajaban con rumbo hacia donde hubiera tierras fértiles. Los españoles conocían el modo de siembra para producir su alimentación, conocimiento que fue completado con la sabiduría de la gente del Incado. La integración no fue difícil, ya que nuestros vecinos de hoy venían cargados de un saber inmenso, porque el Imperio Inca y sus súbditos tenían un gran avance en las labores agrícolas. Además, conocían algo fundamental: cómo transportar utilizando la llama y la mula, en inmensos arreos, las distintas mercancías a través de los sinuosos caminos de la Quebrada y las serranías, con el objetivo de intercambiar con otras poblaciones enseres y alimentos. Así, con la unión de las dos razas nacieron los mestizos, que provenían tanto de los españoles como de los indios Churumatas Fue una aldea en la que existió una verdadera unión de vecindad, que daría impulso de la organización de una gran población. De Perico, aún hoy desconocemos el origen exacto de su nombre. Monseñor Vergara, sin embargo, dice que el nombre proviene desde los primeros hombres que, vivieron en estos Jugares. Posiblemente se debe a los loros que había en ese entonces en cantidades en estas tierras Siguiendo con las consideraciones acerca de la organización de nuestro pueblo, los dueños de las encomiendas entregadas por los españoles se agruparon para ordenar una vecindad. Esto tuvo como resultado un centro de habitantes formado por los propietarios como, por ejemplo, los Iriarte. En fin, aproximadamente desde 1546 ya, tenemos algunas certezas acerca de los primeros habitantes de la zona
Los primeros indicios hablan de la formación de la aldea, en 1584, después de la retirada de los Churumatas. Al quedar sólo los españoles, gran parte de ellos con pareja formada con mujeres indias, es de presumir que ya comienza la formación de la aldea. El primer censo con el que se cuenta data de 1784, realizado por un cura cuya firma no aparece en el documento. En el mismo, se indica que ya había un poblado y detalla los nombres de las personas, con sus esposas e hijos. Seguramente, este censo se realizó para saber la cantidad de habitantes católico que concurrían a nuestra capilla, situada posiblemente en las adyacencias de las históricas casas de las familias Iriarte o Fascio. Por su parte, el escritor Teófilo Sánchez de Bustamante, en su obra “Biografías Históricas de Jujuy”, dice que en 1784 el Gobierno habría sancionado una Ley de expropiación de tierras que, parceladas, formarían una buena forma de población. Sin embargo, al parecer no se llevó a cabo dicho parcelamiento.
Pasando revista a documentación formal, nos encontramos que en 1870 el Gobierno dispone vender lotes de tierra que se encontraban a la vuelta de la plaza pública y que servirían para vender los animales mostrencos que se encontraran en el lugar. Esto hace ver que el paseo público era un potrero. Asimismo, la nueva iglesia, hecha de adobe, se encontraba en construcción en esa época, puesto que la vieja se había caído en pedazos. En esta última fecha, en la capilla ya se encontraban el estandarte y la imagen de la Santísima Virgen del Carmen, y se contó en su fundación con la presencia de Espinosa de los Monteros, que llegó desde Buenos Aires. En fin, el decreto de 1870 nos permite ver que el pueblo estaba ya formado. Aunque no se pueda afirmar la fecha exacta de fundación de nuestro pueblo, lo importante es destacar que en siglos pasados hubo personas que dieron impulso al vecindario y que enseñaron la convivencia que los orían con el recuerdo eterno, con la misma devoción que profesamos a nuestra Señora del Carmen, quien nos cubre hoy con la protección de su presencia caminando por las calles de nuestro Perico. La organización de los pueblos llevó mucho tiempo para darle a los vecinos una límpida forma de administración. Sin embargo, es de destacar la actitud de crecimiento, sobre todo considerando que se contaba con pocas personas que supieran leer y escribir. En el Perico de ayer fueron pocos, y el Gobierno de entonces seleccionaba los mejores y designaba a esas personas en diversos cargos. Lleno de actos nobles y trabajadores.